martes, 19 de diciembre de 2006

Júpiter en Sagitario: la fe


Hoy es el cumpleaños de mi mujer.
Hoy le he prometido que voy a ser un buen chico, y que voy a hacer lo que me pida. Hablamos, jugamos, nos regalamos. Y deseamos que este año sea mejor que el anterior. Y lo será, pero le cuento que éste, en cualquier caso, ha sido mejor que el otro. Y me da la razón. Acontecimientos, aventuras, comedias y dramas se han sucedido en los últimos tres años, y eso, de fondo ha dejado rastro, un rastro de agotamiento y dudas.
Una anciana muy graciosa hace unos meses me cogió por banda y me dijo que no me preocupara de nada, que iba a ser muy feliz, que hace más o menos tres años comencé una etapa dura, y que terminaría en abril del año que viene.
Bueno, gracias, Marilyn, un beso, eres una delicia.
Miro atrás, hace tres años, y coincide con el tercer grado de reiki y el Camino de Santiago del Norte, sí, ése tan lleno de silencios y penumbras, de montañas, hados, vacas y ampollas. Y sí, algo pasó, tuve un bajón físico fuerte, varias encrucijadas y grandes decisiones: no en vano Daniel es hijo del Camino.
Y ahora Júpiter entra en Sagitario. Los astrólogos que conozco dicen que no tiene importancia, que es un aspecto que se contrarresta con otros. Pero soy un cabezón. Miro al mundo, y ese Júpiter Capitolino es lo que se necesita, lo que se pide a gritos. Tantos desengaños, tantas caídas, tantas pruebas, tantas subidas a montañas sin mapa ni brújula merecen que se viva el gran tesoro de la máxima expresión de Sagitario: la fe, la promesa de una experiencia, la realidad de una realización que no hay que buscar, que ya es. Saber, no con la cabeza mercuriana, sino con los muslos sagitarianos, que la alegría, el amor, la luz, son más reales que cualquier sueño que podamos tener.
Estamos vivos, para qué más. Ahí yace todo el poder, todo el fuego, toda la pasión del que se sabe vivo, del que sabe que ni el nacimiento fue el principio ni la muerte será el final.
Todo eso me lo enseñan mi mujer y mi hijo todos los días.
Vida y luz, vida a raudales.
Felicidades, Amor.

3 comentarios:

Eolrin dijo...

Cuanto me alegra saber que la vida rebosa a tu alrededor. Sentirse parte del mundo, de un mundo cercano y sincero dice mucho de ti. Es curioso, la verdad de otros es al final el mejor reflejo de tu alma, eso sólo si esos otros son a los que de verdad dejas hurgar en tu corazón.
Cuidate, viefan.

Eolrin dijo...

Se me pasaba decir una última cosa: Felicita de mi parte a tu mujer. ;-DD

Eolrin dijo...

Oye, campeón.... que paseis una buenas fiestas with the family... que cada vez crece más. ;-DD

Y no te olvides de echar un vistazo a mi fotolog y comentar la jugada. Te dejo la dirección: http://www.fotolog.com/eolrin