miércoles, 8 de agosto de 2007

Vida

Quien lo hubiera dicho: mi vida tal y como es.
Ni siquiera yo habría apostado por que mi situación iba a tomar estos tintes. Y no quiero mostrarme deagradecido, sino todo lo contrario. Doy gracias por todo lo que tengo, y bendigo cada día que pasa, o al menos cuando me acuerdo.

Y digo bien, gracias por todo lo que tengo.

Cuando tengo que dar gracias por todo lo que soy, la cosa en mi interior no está tan fácil, la verdad. Algo en mi cruje, chirría, se achanta, tiene muchas dudas.

Doy gracias cuando miro hacia atrás: en mi interior, estoy muchísimo mejor de lo que estaba: di de aquel muchacho que dudaba de todo y se hacía unas pajas mentales increíbles: dudaba de todo y sobre todo de sí mismo. Habla de aquel chico que parecía que se iba a comer el mundo cuando lo único que quería era un poco de amor y de felicidad. Y podríamos recordar al peregrino, que buscaba en su interior y en su exterior más de lo que él mismo estaba preparado para encontrar.

Pero sobre todo recuerdo a la persona que se maltrataba buscando algo que ni siquiera sabía qué era, y que se condenaba a no encontrar, valga la paradoja. Lo bueno es que ahora creo que lo sé. Ese chico buscaba sanar, encontrarse en paz consigo mismo. Y alguna vez lo consiguió, pero no porque estuviera en la dirección adecuada, sino porque hay algo en la vida que lo ama y tiene confianza en él. Si no, ni de chorra.

Gracias, desde lo más hondo de mi ser, a eso que me ama y confía en mi.

Y miro hacia atrás, y doy gracias, claro que doy gracias, por Dios, ya no me tomo tan en serio, (aunque tenga mis días), y por eso puedo respirar un poco más, sin preocuparme tanto por todo lo que soy y todo lo que tengo que hacer.

La desazón , el chirriar que siento, es porque algo en mi interior quiere más. Sabe que puede dar más, que puede ir más profundo, que puede llegar a la vida de una forma más plena, más íntegra, más vital, más realizada. Y ahí es cuando me veo igual que cuando tenía dieciocho años, inseguro, depre, sin saber si puedo confiar en mi, si sabré vivir en luz cuando el mundo me diga que viva sin vivir, en la niebla de lo de siempre.

Y ahí estoy, Vida, sin saber si esta partida la juego contigo, contra ti, o sin ti.

¿Qué es lo que quieres de mi?.

Vida significa
Fuerza o actividad interna sustancial, mediante la que obra el ser que la posee”.
Vida que vives en mi, y que eres más yo que yo mismo: ¿qué quieres de mi?

En ello estamos, en ello estoy, ello soy.

Y mientras tanto, respiro.

1 comentario:

RUTH BAÑÓN dijo...

querido amigo... que bueno poder abrazar el misterio como tú lo haces, lleno de Amor.
nos vemos pronto para contarnos de esta vida y de los sueños...